Esta obra, del autor Breogán Álvarez y realizada en 2023, es un óleo sobre lienzo de tamaño 100x50cm. La temática trata el Infierno de la Divina Comedia de Dante Alighieri, una de las obras más emblemáticas de la literatura europea, y emblema del pensamiento transitorio entre el mundo medieval y el renacentista.
 

El autor de esta pintura se inspiró en la escena en la que Dante acaba de descender al inframundo acompañado de Virgilio. Juntos observan el escenario de desdicha y castigo al que están sometidas las almas de los que han pecado. Dante, con su reconocible vestimenta roja, se asoma a un abismo en llamas. La pose del protagonista hace pensar que está paralizado de asombro y horror de lo que contempla, mientras que Virgilio lo acompaña sin sorprenderse, pues ya era gran conocedor de los pasillos infernales, no en vano es el guía de Dante en este pasaje. El autor ha decidido representar a Virgilio como un espectro flotante, y con las vestimentas romanas de la túnica y corona de laurel, queriendo resaltar la diferencia temporal entre los personajes.

El infierno que ha representado Breogán, asemeja a una caverna volcánica en la que la lava corre dando luz y color a las escenas, a la vez que quema y ennegrece todo a su paso. La arquitectura de esta caverna está compuesta por ríos de lava petrificados, que recuerdan a cuerpos humanos apilados, a la vez que otras figuras monstruosas que dejan volar la imaginación del espectador.

En el centro del cuadro, en una espiral  ascendente de nubes, almas y luz destacan nueve estrellas que representan las nueve esferas del cielo de los que habla Dante cuando relata el Paraíso.  En el haz de luz una figura central podría representar a Dios. Mientras tanto, en el extremo inferior encontramos un desfile de almas condenadas que caminan por un corredor estrecho hacia los castigos que les esperan por toda la eternidad.

En cuanto al color destaca el contraste usado entre los cálidos ocres, naranjas y rojos, y los azules grisáceos. La pincelada apretada y el uso del color nos recuerdan que el artista tiene un estilo barroco inspirado en los grandes maestros de la pintura, con cierta tendencia al tenebrismo de Velázquez. La composición también nos delata el gusto por el arte barroco, al tratarse de una línea invisible zigzagueante y dinámica que guía la mirada desde el desfile de almas, los personajes principales, y finalmente, el haz de luz central.  Incluso, en la propia composición de la obra podemos entrever influencias de la historia del arte barroco, como la Asunción de la Virgen de Correggio, y otros frescos en naves y cúpulas de templos cristianos.

Sin duda se trata de una de las obras más destacadas de este artista, donde sobresalen la imaginación de la escena, la creación de la atmósfera gracias al uso del color y la composición dinámica. Sus características hacen de ella una obra muy singular y diferente al resto del repertorio de este artista.