Esta obra de Natalia Velarde, realizada en 2025, se trata de una ilustración que la artista realiza en su cuaderno personal, sketchbook, con una técnica mixta de acuarelas y rotuladores posca.

La artista nos presenta esta ilustración bajo el tema "Kozmic Blues". El argumento hace referencia a la canción de mismo título de Janis Joplin, que publicó en 1969. Esta canción, nos remite a la introspección que la artista hace sobre su mundo interior en conflicto, reflexionando sobre el paso del tiempo, la madurez, la aceptación de la vida y de quién eres. La conciencia del paso del tiempo, es el detonante que permite a Janis situarse en una perspectiva de reflexión.

Con su estilo personal, enérgico y fresco, muy propio del fanzine, Natalia nos muestra un personaje mitad humano y mitad animal [Luperca], que juega a las cartas con un semblante serio. Esta figura que se deforma, se transforma y se desvanece en un humo de colores vivos, muestra una mirada fija que parece perdida en sus pensamientos. Quizás el personaje está jugando sus cartas en la vida, mientras reflexiona en sus movimientos pasados y futuros, en el que las cartas están boca abajo y desconoce qué más le depara la suerte.

La posición de la figura, entrelazada en sus propias extremidades, nos evoca la confusión, los miedos y la intención de protegerse mientras avanza adelante sin dejar de jugar las cartas, pues el tiempo no se detiene. El fondo, indeterminado y abstracto, nos sugiere un estado mental y emocional, contrario a una situación real o vivencia. A la derecha tres recuadros, en forma de viñeta nos enseña unos dibujos acompañados de texto de abierta interpretación, con referencias al azar, las decisiones y el amor. La mezcla del uso de las viñetas, la grafía y dibujo, es muy original, refiriéndonos al mundo del cómic y el fanzine, en el que nuestra artista es ya un referente. El uso desenfadado del color, sobre todo, en el marco que rodea la imagen, al igual que el uso de la línea sinuosa y la repetición de pequeños patrones, nos remite al estilo psicodélico de la música y años en los que se inspira la obra.

Es una ilustración que conmueve, que evoca y que comunica. Es una ilustración viva, en la que lo matérico y el formato, en la libreta de bocetos, a modo de diario de artista, hace de ella una obra muy personal e íntima, a la vez que la universalidad del tema, hace que llegue a todo el mundo, y cualquiera pueda sentirse identificado en un momento de introspección.